Uno de mis mejores amigos, colombiano, antioqueño de nacimiento, me platicó hace años su primera experiencia con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los grupos paramilitares creados para combatir a los rebeldes.
Era un niño, acababa de terminar de jugar -no recuerdo qué, quizá no me lo dijo-, uno de sus amigos y él se sentaron en la banqueta, a descansar y platicar, coincidentemente ambos tenían la mirada clavada en el asfalto. Entonces escucharon algo cercano a una pelea, mi amigo se irguió para alcanzar a ver qué sucedía. Justo al levantar su cabeza se escuchó un tiro. Volteó y encontró a su amigo con el cuerpo tendido en el piso que antes miraba, le pegaron justo en la sien. Lo mataron y no hubo culpables, no hubo justicia institucional. Sólo un niño muerto.
La curiosidad salvó a mi amigo, quien me dejó saber cuánto han sufrido en Colombia por las FARC, sus crímenes y sus “vacunas”. Por su calidez humana siempre he querido para los colombianos lo mismo que quiero para los mexicanos. Y a mí me gustaría que en México tuviéramos un Presidente comprometido con un cambio social a través de la educación.
Esa oportunidad la tienen en Colombia en este momento, Antanas Mockus, quien aspira a suceder a Álvaro Uribe en la Presidencia colombiana, es un hombre que siendo alcalde de Bogotá logró transformar la manera en que los habitantes de esa capital interactúan. Mockus representa la posibilidad de un gobierno con un enfoque centrado en la rehabilitación social mediante estrategias pedagógicas, lo cual puede erradicar en el largo plazo a la guerrilla y a los paramilitares.
Sin embargo, en las elecciones de ayer perdió -y por más de 20 puntos- ante el candidato que hace no mucho fue ministro de Defensa de Uribe, Juan Manuel Santos. Lo cual significa que en Colombia ganó el miedo: el miedo a las FARC, el miedo a Hugo Chávez, el miedo a un gobernante con principios de Parkinson.
Seguramente a mi amigo no le parecerá bien mi apoyo a Mockus -no pasa nada, parce, al fin que yo no voto-. Pero es imposible no señalar que una vez más los militares derrotaron a la esperanza de tener pueblos mejor educados, más humanos. Aun así esto no ha terminado, el 20 de junio se verá, cuando venga el segundo round…
Foto: Un mimo señala a un conductor que está obstruyendo el paso peatonal. Esta política fue adoptada por Mockus durante sus gestiones como alcalde de Bogotá.
parce buen articulo y asi es no estoy de acuerdo quiero lo mejor para colombia y me gustaria que esos bandidos no estuvieran mas, no se les puede dar teregua por que se levntan, pero igual santos coje a mokus de ministro no te preocupes... tenes razon en la educacion pero eso en ueropa parcero a esos bandidos, narcos y terroristas de la guerrilla mejor acavarlos....
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