jueves, mayo 28, 2009

El escritor

Son dos personas en una. Mario Vargas Llosa no sólo escribe novelas, hace de la suya una también. Que "Venezuela podría convertirse en la segunda Cuba de América Latina", fue a decir en sentido despectivo a Caracas el escritor peruano. Y se le critica fuerte, la izquierda latinoamericana lo apabulla por la ofensa implícita que llevan sus palabras, tanto para el pueblo cubano como para el venezolano.

Para mí existen dos versiones de Vargas Llosa. La primera, capaz de entretenerme por días con sus historias y, la otra, aquel desconocido que perdió la contienda por la Presidencia peruana en 1990, lo cual parece haberle generado un trauma político-social.

Muchas veces se ha dicho que Vargas Llosa el político arruina a Vargas Llosa el escritor. Coincido en que varios de sus conceptos para llegar a una Latinoamérica ideal –una derecha autoritaria sin espacio para la diversidad ideológica, con políticas económicas del Estados Unidos del siglo pasado, sin indígenas- se basan en el desconocimiento de la realidad social latinoamericana. Pero si se le mira de lejos, ese Vargas Llosa pequeño, el político infantil, está cubierto por un Vargas Llosa más grande, coherente, cauto y, sobre todo, que sabe escribir.

Y si de alguna forma el Vargas Llosa político ha inspirado al Vargas Llosa escritor, adelante, que siga diciendo sinsentidos. Si esa mente a veces retorcida es la que produce semejantes libros, pues que siga loco por siempre, yo me seguiré quedando con el escritor.



Foto tomada del blog Historias Fugaces. Mario Vargas Llosa.

jueves, mayo 21, 2009

El jinete


Carlos Salinas de Gortari
Parte 2 de 3

“Bienvenidos a la escuela de los rateros”, nos dijo aquel maestro de secundaria. La recepción me sorprendió pero no me tocó. El profesor aclaró. “Sí saben, ¿no? Que aquí estudiaron Luis Echeverría, José López Portillo y el actual presidente, Carlos Salinas”. A los recién ingresados a la Secundaria pública número 3, "Héroes de Chapultepec", el breve monólogo nos provocó una risa que sólo le da a la gente que no sabe de semántica.

Ser un héroe de Chapultepec tenía diversas ventajas y desventajas en comparación con los estudiantes de otras escuelas sostenidas con recursos públicos en México. Teníamos un taller de computación -en 1994 eso era un milagro-, con regularidad nos acarreaban a ceremonias donde alguien señalaba el momento ideal para aplaudirle al Presidente del país y, más que nada, recuerdo que teníamos un gimnasio de usos múltiples techado que se asemejaba a los de las series de televisión estadounidenses, construido gracias a la gestión de Salinas en el poder.

Y es que al ex Presidente le gusta el deporte, la competencia. Carlos Salinas montaba caballos con maestría. En 1971, a los 23 años de edad, ganó una de las once medallas de plata que obtuvo la delegación mexicana en los Juegos Panamericanos de Cali, Colombia. Tenía un caballo al que bautizó como El Agualeguas en honor al pueblo ubicado en Nuevo León, lugar en el que nació su padre y a donde le gustaba irse a descansar. Todavía le gustan los refugios, sentirse inalcanzable, por eso vive en Londres.

En una ocasión, poco antes de dejar la Presidencia, Carlos Salinas pagó nuestras obligadas idas a apoyarlo y fue él quien nos visitó en la Secundaria 3. Iba a inaugurar nuestro gimnasio agringado. Al pelón -así nos referíamos al Presidente los estudiantes- yo lo vi llegar e irse desde una de las vallas humanas que organizaron para recibirlo. Sonreía y saludaba, pero sobre todo, caminaba rápido, como si estuviera en una carrera permanente.

Conozco mis aciertos, pero, más que eso, conozco mis errores, dijo el ex Presidente en una entrevista el año pasado. El hombre parece haber perdido la puerta grande, aun después de haberla tenido en la mano, pero no está dispuesto a utilizar la salida de atrás.

Durante sus primeros 46 años, Carlos Salinas ganó más medallas de oro que de plata, eso es seguro, montaba como pocos en México, pero la vida cobra, y desde hace muchos años que dejó de cabalgar como solía hacerlo, ya no salta los muros altos, hace mucho que se cayó del caballo.



Foto del periódico El Siglo de Torreón. Los Salinas, los jinetes. Raúl Salinas padre al centro, Carlos Salinas a su izquierda y Raúl Salinas a su derecha.

lunes, mayo 18, 2009

Manuela y el héroe


Carlos Salinas de Gortari
Parte 1 de 3

Era 1951. Manuela llegó junto con el Día de Muertos, a principios de noviembre. Era una niña, tenía apenas 12 años de edad, pero ya trabajaba. Entre la cocinera, María Torres Garrido, y la patrona, Margarita de Gortari de Salinas, le explicaron las labores que debía realizar en la casa ubicada en Palenque número 425 de la colonia Narvarte, en la ciudad de México. Había que barrer, trapear, sacudir y, en general, ayudar en lo que se ofreciera.

Mes y medio después, por la mañana del lunes 17 de diciembre, Manuela vio llegar a la casa a Gustavo Zapata, un niño de ocho años que iba a jugar con los hijos de la señora Margarita, Carlos y Raúl, de tres y cinco años de edad respectivamente. Voy a salir a hacer unas compras, le dijo la dueña del hogar a sus sirvientes. Ahí les encargo a los niños.

Mientras María se alistaba para preparar la comida y Manuela limpiaba la casa, los niños anfitriones y el invitado se escabullían al cuarto de la señora Margarita y su esposo, Raúl Salinas Lozano. Carlos y Raúl encontraron en el armario el rifle calibre 22 de su padre. Se emocionaron y lo tomaron para jugar a los balazos.

Una hora después, al mediodía, Manuela estaba barriendo, no se dio cuenta de que el niño menor, el de tres años, le apuntaba a la frente con el arma. La bala le entró justo por abajo del ojo izquierdo, por el pómulo. El proyectil se guardó en la cabeza de Manuela para siempre. ¡¿Qué hicieron?! preguntó María a los niños al ver la escoba ensangrentada junto al cuerpo inmóvil de la niña: ¡Ya matamos a Manuela! Respondieron Carlos, Raúl y Gustavo con alegría.

La señora Margarita regresó a casa, se encontró un borlote. Policías y curiosos por todos lados. Manuela está muerta, le informaron. Todos al Ministerio Público. Niños, madre y cocinera rindieron declaración. Mientras el cuerpo de Manuela se enfriaba, mientras sus uñas empezaban a extrañar el tono rosado que da la circulación de la sangre, un investigador le preguntó al niño de tres años qué había pasado: “yo la maté de un balazo, soy un héroe”, respondió Carlos Salinas de Gortari. Estábamos jugando al “fusilamiento”, detalló.

Desde el 18 de diciembre de 1951 Carlos Salinas es noticia de ocho columnas. El periódico Excelsior publicó el hecho con el titular “Jugando a la Guerra Tres Niñitos Fusilaron a una Sirvienta”. Al final, la investigación resolvió que no hubo culpables, que Carlos, Raúl y Gustavo no sabían lo que hacían, que no alcanzaban a distinguir entre el bien y el mal.

37 años más tarde, aquel niño, el héroe sin noción de la maldad, se convertiría en Presidente de México. De Manuela ni el apellido se supo.



Foto del periódico Excelsior publicada en primera plana el 18 de diciembre de 1951, luego de que Carlos Salinas de Gortari matara a Manuela. Carlos a la izquierda y su hermano Raúl al centro.

jueves, mayo 14, 2009

No generalizo

"No generalices", me mandaron decir con la computadora algunos lectores del artículo Quizá nos lo merecemos... De acuerdo. Generalizar siempre es un negocio riesgoso, no se puede profundizar sobre una realidad social con argumentos atribuibles sólo a ciertos sectores, numerosos, sí, pero no alcanzan a toda la sociedad mexicana. Me disculpo por ello, aunque debo decir también que, al mismo tiempo, generalizar ayuda a observar un problema desde lejos, luego viene el desglose de los detalles. Como en la medicina, la producción de medicamentos se hace de forma general porque hay patrones de conducta celular predominantes, muy a pesar de la relativa individualidad de cada ser humano, ya después a cada quien se le receta lo que necesita.

Pero tienen razón, esta vez no generalizo y me concentro en un enunciado incluido en el mismo artículo: "Generamos personas que están en la política para hacerse millonarios, no para servir al país". Hace tres meses se difundió una grabación en la que Luis Téllez -nuestro ingenuo ex secretario de Comunicaciones y Transportes y ahora presidente de la Bolsa Mexicana de Valores- declaraba con la mano en la cintura que Carlos Salinas de Gortari se había robado la mitad de lo que llaman "la partida secreta", es decir, se guardó para sí millones de pesos que se ponen a disposición del Presidente de México para gastos políticos. Además del habitante de Los Pinos en turno, se supone que nadie debe saber a dónde va a parar ese dinero extraído de los impuestos que aportan los mexicanos.

A Luis Téllez lo corrieron del gobierno federal por esa y otras declaraciones, pero esta semana Miguel de la Madrid, presidente del país de 1982 a 1988, confirmó que Carlos Salinas sí se robó parte del dinero secreto más conocido del mundo. "Me siento muy decepcionado, me equivoqué (al elegir a Salinas como sucesor). Pero pues en aquel entonces no tenía yo elementos de juicio sobre la moralidad de los Salinas", le dijo a Carmen Aristegui, a quien de paso le corroboró la conexión de Raúl Salinas con narcotraficantes.

Carlos Salinas se defendió con una carta -para no equivocarse- utilizando una excusa de abogado leguleyo: asegura que Miguel de la Madrid está enfermo, loco pues. De la Madrid sí se escucha con limitaciones físicas, como si estuviera cerca del final de la carretera, pero también se le oye lúcido. Sigue las preguntas de Aristegui sin problema y cuando le parece necesario argumentar lo hace con claridad. Si su mente no da para más, como sugiere Salinas, ¿por qué el discurso no se le va por otro lado y responde que “El Pelón” era un boxeador muy malo o que los Salinas de Gortari eran una compañía circense interesantísima? Que tampoco estaría mintiendo, claro está.

La declaración de Miguel de la Madrid -aun cuando después haya firmado una carta donde aparentemente se retracta- debería ser suficiente para, por lo menos, iniciar una investigación seria sobre los bienes y los ingresos de Carlos Salinas y su pariente conocido como "el hermano 10 por ciento". Y de comprobarse los dichos de De la Madrid, se debe encerrar a los Salinas en alguna cárcel de alta seguridad y obligarlos a devolver lo que se hayan llevado, porque no les pertenecería a ellos, sino a los habitantes de México.

Un amigo me comentó que hace unos meses tuvo la oportunidad -¿o la desgracia?- de cenar codo a codo con Carlos Salinas. ¿Y qué te pareció? Es muy inteligente, pero más que eso, es un manipulador, me respondió. No lo dudo ni un segundo. El político mexicano es ventajoso e inmoral. Y no es que generalice, me refiero a un solo tipo de político mexicano, el cual parece tener la capacidad de habitar en las cabezas de la mayoría de nuestros gobernantes. El mismo tipo de político que es Carlos Salinas de Gortari, que deseaba dirigir México no para servir al país, sino para hacerse millonario.



Foto de Fabrizio León Diez/La Jornada. Carlos Salinas de Gortari dando la espalda.

jueves, mayo 07, 2009

Quizá nos lo merecemos...


Que tenga carro, si no, no. Con que esté buena, aunque esté pendeja. El peatón vale cinco puntos, el ciclista atropellado, diez. ¿Y tienes palancas? No. Uy, ya te chingaste. ¡Doctor por favor atiéndame, ya se me rompió la fuente! No señora, en este hospital no puede parir si no está asegurada. ¿Ya fuiste a París? Sí. ¿Y a Oaxaca? ¡Ay no! No me gusta ver gente pobre.

Sí, quizá nos lo merecemos. Que el mundo nos aísle. A todos. A toda la sociedad mexicana. No por una gripa contagiosa, sino por los desvalores que transmitimos. Somos un país que prefiere gastar en armas que en educación. Los científicos, los productores de conocimiento, son expulsados con descaro: ni espacios ni presupuesto para desarrollar ideas. A éstos se les aprovecha en todos lados, menos en México. No importa que la gente sea muy buena en lo que hace, se le bloquea, se le mete el pie. Ese es el contrato social.

Somos una sociedad capaz de producir gente que corta orejas, dedos y cabezas humanas. Generamos personas que están en la política para hacerse millonarios, no para servir al país. Todos somos responsables. Los que no tienen odian a los que sí, los que tienen desprecian a los que no. Nadie está satisfecho. Tienen que llegar terremotos o fenómenos naturales desastrosos para unirnos. Pero pasada la crisis, a chingar a su madre todos los demás, decimos.

En general estamos contentos con medios de comunicación que reproducen estereotipos inexistentes. Algunos de nuestros adolescentes son "Rebeldes", los demás quieren serlo. En el mundo hay por lo menos 442 deportes, de ellos, en México 441 están secuestrados por la televisión.

Cuando el mexicano sale al extranjero enaltece la riqueza histórica y cultural de los aztecas, mayas y hasta totonacas, y estando en el país los indígenas son unos nacos, unos naquitos en el mejor de los casos. Lo importado es exquisito, es lo máximo, lo mexicano es para paladares vulgares, barriobajeros.

No lo sé, quizá nos lo merecemos. Yo amo lo positivo del entorno donde nací y me formé, que también es mucho, pero cualquier sociedad que soporta hospitales donde la embarazada –derramando líquido amniótico– es rechazada por no tener seguro médico, es una sociedad inhumana, funesta.

Somos un país donde lo único que vale es el dinero, nada más. Y no importa cómo lo hayas hecho, si lo robaste o lo trabajaste, da igual, me caes bien si me invitas unas chelas. Si tienes una cuenta bancaria con muchos ceros a la derecha no vas a la cárcel aunque seas un asesino. Y si, por el contrario, los ceros están a la izquierda, te encierran años por un Gansito y un Boing que te llevaste sin pagar para engañar a las células que piden proteínas. Producimos riqueza suficiente para los 109 millones de mexicanos, pero sólo el 6 por ciento la acumula, un 44 por ciento es esclavizado de por vida y el 50 por ciento restante, que se joda.

Estoy de acuerdo. Que el mundo nos aísle para que no los contagiemos. Y que nos descubra otra vez dentro de varios decenios. Ojalá que para entonces seamos una mejor sociedad. Quizá lo merecemos…


Ambigüedades…
El artículo El virus de la malicia señala quiénes están utilizando el tema de la cepa AH1N1 para sacar provecho económico y restárselo a México, no más.
Foto tomada de Internet. La barrera que construye el gobierno estadounidense en la frontera con México.

Por Válek Rendón

sábado, mayo 02, 2009

El virus de la malicia

No dudo de la existencia de virus mutantes. Pero tampoco creo en las coincidencias, nunca lo he hecho. Hay un afán en los Estados Unidos –país con los medios de comunicación más influyentes del mundo– por crear aversión a lo mexicano. Primero nos culpan por su severo problema de adicción a las drogas; luego cierran la frontera a los camiones mexicanos; después llaman a no visitar México por la violencia; luego ensalzan a un narco mexicano, no una, dos veces en las revistas más leídas por los empresarios gringos, Forbes y Time; desde hace años que fomentan el odio racial contra los mexicanos al señalarnos como una amenaza para su seguridad nacional; y ahora algunos vivales descabezados aprovechan el tema de la influenza humana para pedir el cierre total de la frontera con México –por ejemplo, Jay Severin, locutor de radio en Boston, quien fue suspendido luego de acusar a los mexicanos inmigrantes en Estados Unidos como portadores de influenza humana–.

Para empezar este virus no se originó en nuestro país. Desde septiembre del 2008 la CDC –autoridad para el control y prevención de enfermedades en Estados Unidos- reportó que en diciembre del 2005 se dio un caso de lo que entonces llamaron “influenza porcina”. Y no fue en ningún estado mexicano, fue en Wisconsin, EU. Aquí el link. Partiendo desde ese punto ¿Por qué asegurar que fue en México donde se originó la epidemia? El problema pudo haber comenzado a expandirse desde entonces, la misma CDC lo admitió ya. Visto así ¿Por qué señalan sólo a México en los medios?

Ya con cifras más claras podemos situarnos en la realidad. En México, cada año mueren 14 mil personas a causa de infecciones respiratorias agudas, en el 2008 murieron 30 personas por influenza –la normal–, y hasta ahora se han confirmado 16 muertos por influenza humana en el último mes, según reportes de la Secretaría de Salud. La actual emergencia sanitaria es de cuidado, pero las técnicas gubernamentales al estilo de la revista Alarma en nada ayudan. Las acciones a tomarse, siendo éste un virus reciente, deben guiar al país a la independencia sanitaria, lo cual se alcanzará desarrollando nuestras propias vacunas.

Bajo ninguna circunstancia debe asumirse que el sistema de salud en México es eficiente, falta muchísimo por hacer en ese sentido, pero es importante también analizar otros aspectos de la situación que vive hoy el país, como es la campaña mediática en contra de México. Todo acto de comunicación es un acto de persuasión. ¿A quién y en qué forma puede beneficiar que se genere aversión a lo mexicano? Respondamos esto y encontraremos algunas señales.

Para contextualizar, los Estados Unidos viven hoy su peor crisis económica desde hace siete décadas y el 85 por ciento de las exportaciones mexicanas van a parar a ese país. México le vende a los gringos productos con valor de 580 millones de dólares cada día –alrededor de 8 mil millones de pesos diarios, al tipo de cambio actual–. Por tanto, una de las principales favorecidas con el paro de las fábricas mexicanas sería la economía interna estadounidense porque, en medio de su profunda recesión, si disminuyen las importaciones mexicanas se les presenta una oportunidad para reactivar varios de sus sectores productivos. El vacío que dejan los productos mexicanos demandados por la sociedad estadounidense puede incentivar la apertura de negocios y generar empleos al norte del río Bravo. Un sillón cómodo para disminuir su crisis. Detener una semana el intercambio comercial de México hacia Estados Unidos se traduce en 4 mil millones de dólares que en lugar de ir a parar a cuentas bancarias mexicanas se quedan en suelo estadounidense.

Recordemos que quienes se dedican a la macroeconomía no leen personas, leen números. Cruel. Pero así es. Pregúntenle a Agustín Carstens y a Guillermo Ortiz.

En turismo. México estima que el 80 por ciento de los 22 millones de paseantes internacionales que fueron al país el año pasado son gringos. Al gobierno estadounidense no le funcionaron sus llamados a "evitar" suelo mexicano por la violencia. “Entonces asegúrales que si van a México se van a morir”. Y ahora sí. No quieren ir ni con vuelo regalado. Y algunos turistas de ese país en lugar de gastar su dinero en Cancún, Puerto Vallarta o Los Cabos, lo harán en alguna playa de Florida o California.

Incluso, los Estados Unidos se ven beneficiados en cuestión de imagen, importantísima a la hora de hacer negocios. Ellos provocaron la actual crisis económica mundial y esto les sirve para desviar la atención. “Culpen al de al lado por algo más grave que puede acabar con la humanidad”.

No es que México sea el centro del mundo económico, pero de acuerdo con el estudio BRIMC, realizado por Goldman Sachs –una de las corredurías con más peso en el mundo–, la actual secuencia de factores socioeconómicos llevaría a Brasil, Rusia, India, México y China a convertirse en las economías más poderosas y dominantes del mundo para el año 2050, junto con Estados Unidos. La economía mexicana estará, según ese análisis, por encima de Alemania, Francia, Japón, Italia y mucho más cerca de la economía estadounidense de lo que está hoy. Lo cual a las actuales potencias no les conviene: más poder para otros países es igual a una menor capacidad de acción para ellos.

A China le achacan el virus del SARS. A los dragones asiáticos la influenza aviar. A México ahora la influenza humana o porcina o A/H1N1 o como le quieran decir -otro síntoma de desinformación, en un futuro la gente que no sepa pensará que en México hubo tres virus mortales-. A Brasil lo asocian con el VIH, algunos medios lo han llegado a comparar con África, la región más afectada por esta cepa. A Rusia y a la India todavía no los atacan por temas de salud, pero ya vendrá su correspondiente campaña mediática.

Este virus existe, de eso no hay duda, pero resulta curioso que la mayoría de los casos de influenza humana reportados en otros países son de personas que visitaron Cancún, cuando en todo Quintana Roo sólo se ha confirmado a una persona con influenza humana. O las autoridades mexicanas esconden más víctimas, o los países “amigos” se están sacando de la manga a enfermos de gripa y los presentan como portadores de la nueva cepa.

Al desprestigio de México en el mundo hay que agregarle la incapacidad de los servicios de salud mexicanos, que están contribuyendo como si jugaran con el equipo de enfrente. Primero reportaron 162 muertes relacionadas con influenza humana, generando pánico por el rápido crecimiento de las cifras, y ahora resulta que, hasta hoy, son 16 los fallecidos a causa de ese virus.

Piensa mal y acertarás, dice la sabiduría contemporánea mexicana. En México muchos creen que en los países más industrializados es imposible que haya malicia. Ni entienden los albures, dicen algunos riéndose. Pero si se trata de no perder dinero, los grupos de poder son capaces de lo que sea. El orden socioeconómico mundial es un bien incalculable, y ni Europa ni los Estados Unidos están dispuestos a convertirse en un futuro en los de abajo. En eso están trabajando. Para eso echaron a andar el virus de la malicia, que es más nocivo que el de la influenza humana.



Por Válek Rendón