jueves, junio 18, 2009

No ha llegado el día

El hombre, de casi 60 años de edad, toda su vida ha sido una persona responsable en términos políticos. En todas y cada una de las elecciones que le han concernido ha ido a votar por uno o por otro; siempre, con la esperanza de que algún día llegaría al gobierno gente honesta y comprometida con la sociedad.

Esta vez también voy a votar, me platica mi amigo. Pero voy a anular mi voto, con una cruz que atraviese de lado a lado la boleta electoral para que vean los desgraciados, sigue diciendo entusiasmado. Me detalla que ya ni en la autoridad electoral confía. Que todos son unos idiotas.

Habría que preguntarle a los políticos mexicanos cuál es su estrategia para ser tan impopulares. La gente por lo general trabaja para mejorar su situación, cualquiera que ésta sea, pero la clase política en México es hábil para hacerse odiar, les sale natural. Es más, si lo planearan no les saldría tan bien.

Muchos critican el voto en blanco, dicen que es irresponsable y hasta cobarde –algún interés personal tendrán quienes no respetan las decisiones de los demás-, pero la verdad es que cualquier gobierno que le quita la esperanza a la gente merece la ilegitimidad. A poco más de dos semanas de las elecciones, sí, que se vayan todos. Sí, que se vote en blanco. ¿Por qué? Porque no ha llegado el día en que los políticos mexicanos comiencen a trabajar por la gente.



Foto de Reuters. "Marcha blanca" contra la violencia en México realizada el 30 de agosto de 2008, el Zócalo del Distrito Federal en la imagen.

sábado, junio 06, 2009

De quién y de qué se habrían enamorado

Eran las tres de la tarde del último viernes, quizá los 176 niños que estaban en la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, tomaban la siesta después del mediodía. En una bodega contigua un carro explotó. El fuego, buscando oxígeno para sobrevivir, llenó el lugar y siguió hacia la estancia infantil.

Los niños tenían entre uno y cinco años de edad. Llegaron bomberos y asistencia médica, pero no fue suficiente. El fuego bloqueó la entrada a la guardería y los bomberos derribaron paredes, sacaron a 145 niños con vida, los otros 31 murieron por asfixia en medio del resplandor.

Y aquí va nuestro Lobohombo infantil. El Presidente de México dice que le manda sus condolencias a los deudos, sería mejor que mandara una revisión seria a todas las guarderías del país. ¿Cómo un espacio con niños encerrados en cunas -que aunque entendieran la situación no podrían escapar- no tiene sistemas de emergencia en caso de incendio? Algunos aspersores en los techos habrían sido de gran ayuda, o al menos habría dado más tiempo para salvar a más niños.

¿Acaso son necesarias las desgracias para comenzar a actuar con sentido común? No lo creo. Cómo se le devuelve la felicidad a los padres. Para qué se usarán los baberos que se quedan sin dueño en la casa de las familias afectadas. A quién habrían hecho sonreír esos niños en caso de haber vivido más tiempo, de quién y de qué se habrían enamorado.



Foto de Martín Vallejo/Crítica. Afuera de la guardería ABC en Hermosillo el viernes pasado.