jueves, abril 02, 2009

Oportunistas


"Pues ojalá puedas agarrar un hueso", dice mucha gente para referirse al éxito laboral. Como si fuéramos perros. Y quizá de ahí viene la expresión porque, de acuerdo a sus acciones, mucha gente sí podría considerarse más cercana al comportamiento canino que al humano.

Gabriela Cuevas, hasta hace dos días delegada en Miguel Hidalgo, botó la encomienda para la cual la eligieron los habitantes de esta demarcación en el Distrito Federal. ¿Y por qué? Pues porque ahora quiere ser diputada federal. Una oportunista más sin vocación de servicio público. Nada más.

Y de esos abundan. Carlos Hermosillo, el grandote de Cerro Azul, es otro –ahora entiendo por qué aquel portero de apellido Comizzo le abrió la cabeza de una patada–. Tomó protesta como Director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) hace poco más de dos años y la intención era que, siendo él deportista, estuviera en el cargo seis años y transformara al deporte mexicano. Los abrazos y las pláticas sobre el futuro del deporte en México del 6 de diciembre del 2006 pueden ya echarse a la basura, también renunció hace dos días para buscar ser diputado federal. Otros dos años perdidos para el deporte mexicano por la falta de compromiso.

¿Otro ejemplo? Ana Guevara. Dejó el Instituto del Deporte del Distrito Federal para intentar ser delegada en Miguel Hidalgo. Va veloz tras su hueso.

Debería existir una ley sobre esto. Que los funcionarios públicos, a la hora de jurar el cargo, firmaran lo que van a hacer durante su mandato, y de no cumplirlo en cierto tiempo, a la calle y sin derecho a buscar otro puesto público en por lo menos un año –pues está probada su ineficacia–. La falta de mecanismos legales provoca que estemos llenos de oportunistas, servidores públicos a los que no les interesa servir al pueblo. Ellos lo único que quieren, lo que añoran... es un hueso.

Foto de Allsport UK /Allsport. Carlos Hermosillo vistiendo la camiseta de la Selección Nacional de México.
Por Válek Rendón

4 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo mi estimado Valek, no sabes que desesperacion de ver este tipo de acontecimientos día a día en diversos niveles del gobierno y de servidores publicos.

    Un Abrazo y Saludos!!

    ResponderBorrar
  2. No nada más depende de un sistema legal eficaz. Pienso que es un asunto más complejo que involucra problemas estructurales como la educación, cultura, civismo y principalmente la "mentalidad del mexicano".
    No sólo es grave y descarado lo que los servidores públicos hacen, sino también lo es la actitud de los gobernados. Si nosotros no exijimos el servicio que merecemos por los impuestos que estamos pagando, cualquier ley, decreto, reglamento o amenaza resulta inútil.

    ResponderBorrar
  3. Aquí parece que se juntaron el hambre con las ganas de comer o como dirían otros: dios los cría y ellos se juntan. Creo que Hermosillo sucumbió ante el deseo del "poder", un buen salario y el gozar de inmunidad ante las leyes. Peor aún, al parecer lo convencieron desde la presidencia de la república pues requieren de figuras conocidas para ganar el voto popular, y ha sido común el ver que se están reclutando deportistas para anunciar y para ir a puestos de elección popular. Hay tanta culpa en Hermosillo por dejar tirado su puesto y dañar el deporte, como de los políticos que lo convencieron. Es triste como nuestros "dirigentes" pongan en segundo plano el deporte, la ciencia, la cultura y se dediquen a promover su perpetuación en el poder, al costo que sea.

    ResponderBorrar
  4. Hermano sin comentario como dicen van al barrio te hablan te cojen y cuado eres chico hasta te cargan, se suben y se les olvida quien los subio quien les dio un voto!! y de donde son parte del pueblo... a muchos de origen humilde hasta se les olvida de donde vinieron... bueno pero asi es la gente no toda pero muchos ojala y tuvieramos una mentalidad colectiva mejor desarrollada... para no olvidar al alcanzar el poder como llegamos a el y quien nos ayudo.. y valorar a la gente q deposito la confianza en ese alguien del cual esperavan muchas cosas y quien sabe si las recibiran...

    ResponderBorrar