jueves, enero 22, 2009

Obama, la decepción

20-01-2009


Lo que mal empieza mal acaba, dice la sabiduría popular. Fuera de la aparente aséptica organización, que no podía ser de otro modo porque los gringos dispendiaron más de dos mil millones de pesos en tiempos de crisis sólo para la toma de posesión, Barack Obama le dejó claro al mundo que no es la combinación de Superman y Batman que muchos creen.

Su equivocación en el momento decisivo, a la hora de jurar "preservar, proteger y defender la constitución de los Estados Unidos", podría entenderse como un signo de lo que realmente debemos esperar de la nueva estrella de televisión, ser lo que es: una persona con errores como cualquier otra. Claro, sin perder de vista que sus seguras futuras pifias afectarán a millones en todo el mundo.

Además, durante su discurso comenzó a dejar ver su verdadero rostro; una vez tocada la biblia de Lincoln no hay razón para fingir más, debe haber pensado. Habló de guerras y mostró su deseo porque su país siga dominando al resto de las naciones, lo que es, a grandes rasgos, como también entendía el mundo el genocida que le precedió (aahh, la libertad de bloguear).

Yo no sé si será su incursión a la cabeza del gobierno más fundamentalista del mundo lo que le quitó la aureola de simpatía que le rodeó en campaña -sí, aunque se bajara del Cadillac hechizo aguanta-bombas-nucleares a caminar y saludar al pueblo-, pero me dio la impresión de que Obama, el presidente del mundo, hasta perdió un poco la claridad mental que lo llevó a Washington DC. Y es que cuando las expectativas son muy altas, no se puede sino decepcionar al otro.


Por Válek Rendón

3 comentarios:

  1. Oiga mi estimado.. ahora sí que qué futuro tan negro nos está pintando... Hay que ser un poco más optimistas y esperanzadores qué no?? La verdad, a pesar de que tienes toda la razón en lo que dices, quiero seguir con un poco de esperanza en el nuevo habitante de la Casa Blanca...

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  2. Muy interesante y que decir sobre lo bien escrito. Valek le apuesta sabiamente a la decepción, y estoy de acuerdo en gran medida. Creo que hasta las casas de apuestas -tan populares aquí en el Reino Unido- harían lo mismo, y no es por ser negativo, sino por la simple razón de que las expectativas que se han generado sobre Obama rebasan la capacidad que cualquier persona -aún el dirigente de la nación más "poderosa" del mundo pueda hacer-. El mundo entero piensa que va a resolver todos los problemas, y eso va a ser muy difícil.
    Sin embargo, creo que habrá espacio para creer que pueda hacer bien las cosas y enderezar el rumbo de su país, sobre todo rodeado de figuras como los Clinton. Los Estados Unidos ya tocaron fondo con Bush -espero no morderme la lengua- y de aquí en adelante cualquier cambio en el timón será positivo. Y si el rumbo de su país mejora, el de otros, sobre todo el de México, también lo hará por la relación tan cercana y su dependencia en la economía estadounidense.

    Creo que el mayor legado ya está dado: qué mayor gusto que el de ver un miembro de una minoría étnica en los EU con capacidad de llegar a ocupar un puesto de gran importancia, a pesar de ser un hijo de extranjero -con estadounidense-. Habrá que tomar la lección del país en el que, con preparación y estudios se puede llegar alto, sin importar el color del cascarón.

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  3. Me aclaras algunas cosas de la toma de protesta de Obama, ya que en verdad todo el proceso para poner la mano en la biblia es muy aburrido.
    Estoy de acuerdo cntigo, además creer que Estados Unidos cambiará sus políticas porque llega un mulato a la presidencia,es una tontería, tienen bien claro el papel de la única potencia que queda en la tierra.
    Prueba está que con el sólo hecho de presentar al mundo un presidente mulato, Estados Unidos logró una audiencia mundial tipo copadel mundo, dndese instalaron pantallas gigantes y provcaron el llanto de personas de distintas razas y origen. Eso me indica, que la única potencia existente, demostró eso, que son los que mandan y sólo ocuparon un espejismo para demostralo.Es triste que engañen con tan poco.

    Juan Fco.

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