lunes, agosto 24, 2009

El kilómetro 32


Se sentía bien, “iba muy relajado, contento”. Hasta que llegó al kilómetro 32. Ahí todo cambió. Se derrumbó. Según sus propias palabras, le dio un “ataque de hambre”.

Juan Gualberto Vargas es uno de los tres maratonistas mexicanos que participaron en el Campeonato Mundial de Atletismo de Berlín el sábado pasado. “Iba sonriendo, disfrutando el evento, y no esperaba que me diera ese ataque de hambre”, dijo el atleta.

Curiosamente, no sólo Juan Gualberto tiene hambre. Dos días antes el INEGI ya nos había anunciado que, en la loca carrera que es la economía, los indicadores financieros de México también pasan por el kilómetro 32 y están sufriendo el peor ataque de hambre en 30 años: 10.3 por ciento se desplomó la economía del país en el segundo trimestre de este año, lo que lo pone como el segundo país más afectado por la crisis mundial -sólo después de Rusia-. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) asegura que es la peor recesión en México desde 1929. En otras palabras, el país se está cayendo de hambre. Échenle un pan, dirían los aficionados al futbol.

Mientras eso pasa, la Cámara de Diputados les garantiza a "nuestros" nuevos legisladores un salario mensual de 205 mil pesos –casi 7 mil pesos diarios, lo cual estaría bien si en México ya no hubiera gente muriendo de pobreza alimentaria-, además claro de recibir seguro médico privado, gasolina gratis, viajes en avión y por carretera gratis, todo pagado con dinero público. ¿Acaso no debería ser al revés? Las excepciones para quienes de verdad no pueden y ellos que paguen lo que se debe pagar con su dinero. El mundo del revés.

No sólo es Juan Gualberto el que tiene hambre, es el país entero. Pero que sigan, que sigan nuestros políticos viviendo en la inconciencia mientras Juan Gualberto y México completo tienen un ataque de hambre en el kilómetro 32. Hambre de justicia, hambre alimentaria, hambre de instituciones dignas, hambre de todo. Somos un país famélico. Esperemos llegar pronto al kilómetro 33.


Foto del Banco Mundial publicada en el artículo Violence and crime in Mexico at the crossroads of misgovernance, poverty and inequality.

1 comentario:

  1. Diego Buenrostrojunio 19, 2010 3:18 p.m.

    Saludos cordiales mi estimado Valek

    El país se muere de hambre sí, pero los políticos también tienen hambre, hambre de poder, esa que cada día los hace parecer mas bestias que humanos.

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